Un respaldo transversal recibió la decisión del Ministerio de Salud, Minsal, de eliminar el uso obligatorio de las mascarillas, menos en recintos de salud, a partir del 1 de octubre. El exministro, Jaime Mañalich, señaló que “en el mundo y en Chile estamos en etapa de pasar a una fase endémica. Vale decir, algunos casos en el año, se controlarán con vacunas o medidas específicas.

Un respaldo transversal recibió la decisión del Ministerio de Salud, Minsal, de eliminar el uso obligatorio de las mascarillas, menos en recintos de salud, a partir del 1 de octubre. El exministro, Jaime Mañalich, señaló que “en el mundo y en Chile estamos en etapa de pasar a una fase endémica. Vale decir, algunos casos en el año, se controlarán con vacunas o medidas específicas. Por ello, la decisión está de acuerdo con el panorama sanitario que tiene el país”. Una visión similar manifestó la ex subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, quien sostuvo que “a dos años y medio de la pandemia, después de todas las medidas que hemos avanzado, tomando el nivel de vacunación, es un paso que hay que dar. Entonces de aquí al 1 de octubre es clave que eduquemos a la ciudadanía, cuándo y cómo es recomendable utilizar la mascarilla para protegerse”.

La ministra de Salud, Ximena Aguilera, explicó esta mañana las razones que derivaron en la decisión de flexibilizar las medidas sanitarias, tales como el fin a la obligatoriedad de la mascarilla y el pase de movilidad. “Había mucha presión por liberar el uso de mascarilla y pase de movilidad y no queremos que esas herramientas se vayan desprestigiando porque se pueden volver a usar”, comentó la autoridad. Además, precisó que los cambios entrarán en vigencia a partir del 1 de octubre para dar espacio a la organización y a la información. Sin ir más lejos, y pese a que ayer miércoles el Ministerio de Salud anunció que Chile avanzará a una fase de “apertura” dado los buenos índices epidemiológicos, Aguilera fue enfática en señalar que el país seguirá “viviendo con este virus”. Por esa razón, anunció que la alerta sanitaria seguirá vigente para permitir tener las herramientas en caso de existir un brote de contagios covid-19. “Se toma la decisión porque hemos llegado a un mínimo histórico de uso de camas hospitalarias y camas UCI, y a pesar de lo que vivimos el primer semestre con el repunte de casos importante de casos por la llegada de ómicron, logramos gracias a la amplia cobertura de vacunación mantener una estancia de ocupación hospitalaria y de camas críticas bastante bajas y eso nos da una seguridad de que, ante la eventualidad de que vuelva un aumento de casos, vamos a ser capaces de responder”, sostuvo Aguilera. No obstante, agregó que “la fase de ‘apertura’ no significa que la pandemia haya terminado, de hecho la declaración de fin de pandemia la tiene que hacer el director general de la OMS, así también como el fin de la emergencia sanitaria internacional, pero para nosotros significa que vamos a seguir viviendo con este virus, y por lo tanto tenemos que entrar a una situación más de régimen respecto a este virus respiratorio con respecto a los demás”.

Finalmente, al ser consultada por qué el Ministerio de Salud no esperó a ver la evolución de los contagios después de la celebración de Fiestas Patrias, Aguilera apuntó a la presión que existía por flexibilizar el uso de la mascarilla y del pase de movilidad. “Efectivamente, hay algunas personas que han sugerido que era mejor evaluar si había un resurgimiento de casos después de las Fiestas Patrias, pero nosotros ya hemos visto en el invierno que, a pesar de que tuvimos una gran cantidad de casos, no implicó un riesgo para la red asistencial y esa es la variable más importante del paso de una fase a otra. Por otra parte, había mucha presión por liberar el uso de mascarilla y pase de movilidad y no queremos que esas herramientas se vayan desprestigiando porque se pueden volver a usar”, reconoció. En ese contexto, la titular de Salud adelantó que la alerta sanitaria se mantendrá hasta fines de año, para poder activar protocolos o exigencias en caso de que aumenten los casos y afecten a la red asistencial. Entre las recomendaciones para políticas públicas entregadas por el reporte, destaca la necesidad de fortalecer la asistencia presencial de los estudiantes, con especial foco en los niños, niñas y jóvenes que no se han vinculado con sus establecimientos educativos en todo el semestre y “hacer los esfuerzos necesarios para retomar la jornada regular en cada establecimiento del sistema escolar”. Asimismo, mencionan desarrollar mecanismos y metodologías que permitan acelerar el aprendizaje colectivo del sistema para la recuperación de aprendizajes y bienestar emocional de estudiantes, identificando y compartiendo buenas prácticas que estén aplicando los establecimientos. Por último, los autores del reporte también recomiendan la necesidad de dar mayor apoyo a los docentes y equipos educativos para reforzar sus esfuerzos.